Los largos tratamientos con psicoterapia tocan a su fin

Psicoanálisis
La Terapia Breve Estratégica (TBE) es capaz de resolver en tiempos breves (alrededor de 10 sesiones) complicados problemas humanos (individuales, de pareja o familiares) mediante soluciones aparentemente simples. 

¿Por qué nos cuesta acudir a terapia cuando tenemos un problema? Algunas de las respuestas suelen ser: no tengo tiempo, necesito soluciones rápidas o no quiero rememorar un pasado doloroso. 

Para Natalia González Hidalgo, Psicóloga Clínica, especialista en Terapia Breve Estratégica y directora del departamento de psicología del Centro Ayala Salud de Madrid, "la Terapia Breve Estratégica rompe con todas estas creencias sobre lo que supone realizar un tratamiento psicológico y por ello, se está revelando como una de las terapias más solicitadas por aquéllos que desean cambios rápidos y que se mantengan en el tiempo". 


De hecho, añade Natalia González, podríamos definir la Terapia Breve Estratégica como el arte de resolver complicados problemas mediante soluciones aparentemente simples. 

Cómo solucionar mis problemas en poco tiempo 

¿Qué diferencias hay entre TBE y otro tipo de terapias psicológicas? En realidad las diferencias son muchas, pero aquéllas que son importantes para los pacientes son: 

Las sesiones no tienen un tiempo fijo como en la psicoterapia convencional (50-60 minutos). La sesión dura el tiempo necesario para valorar el problema y dar las prescripciones que precisa el paciente. 

La frecuencia de las sesiones y dependiendo de cada caso no tienen porqué ser semanales, en muchos casos serán cada 15 días. 

Los primeros signos de mejora se ven antes de 10 sesiones, incluso en casos de trastornos muy enraizados y que persisten desde hace años. 

No es necesario ahondar en el pasado. Lo importante es el problema en la actualidad y no su origen. 
¿Por qué no consigo solucionar mis problemas? 

Cuando una persona se encuentra ante una dificultad, problema o malestar personal, relacional o profesional, lo primero que hace para resolverlo es poner en marcha una estrategia que le parece adecuada, normalmente una estrategia que ya le ha resultado útil en el pasado para solucionar una situación similar. 

Si la estrategia elegida funciona, la dificultad se resuelve pronto. Pero a veces, la estrategia elegida no funciona como esperábamos y lo que ocurre es que lo seguimos intentando con esa misma estrategia porque pensamos que tiene que funcionar, porque nos parece lógico que sea así. Pero cuanto más usamos esa estrategia ineficaz, la dificultad no sólo no se resuelve, sino que tiende a complicarse llegando a convertirse en un problema de mayor envergadura. 

Es decir, las "soluciones intentadas" llevadas a cabo por la persona y por las personas que le rodean para intentar resolver el problema acaban por alimentarlo haciendo que este persista. Es innegable que en muchas ocasiones con la mejor de las intenciones se consigue el peor de los efectos. 
Romper el círculo. 

El terapeuta estratégico se focaliza desde el principio de la terapia en romper este círculo vicioso que se ha establecido entre las soluciones intentadas y la persistencia del problema, trabajando sobre el presente más que sobre el pasado, sobre "cómo funciona" el problema más que sobre "por qué existe", sobre la búsqueda de las "soluciones" más que sobre las "causas", añade Natalia González. 

Para ello, la intervención estratégica es de tipo activo y prescriptivo. Es decir, el terapeuta prescribe al paciente en cada sesión una serie de tareas que éste deberá llevar a cabo en el tiempo transcurrido entre las sesiones, por lo que el paciente, a diferencia de lo que ocurre en otras terapias psicológicas, tiene un papel protagonista por su gran implicación en el proceso de cambio. 

Esto a su vez, hace que el tratamiento le resulte más interesante al paciente e incluso podría decirse que divertido, ya que cada semana desde la primera sesión, la persona va haciendo nuevos descubrimientos sobre sus capacidades de cambio, lo cual resulta realmente sorprendente y satisfactorio. 
¿Qué tratamos con TBE?

Trastornos de ansiedad 
- Ataques de pánico. 
- Agorafobia. 
- Ansiedad generalizada. 
- Fobia social. 
- Trastornos de estrés postraumático. 
- Fobias específicas (de animales, objetos, situaciones...). 
- Obsesiones. 
- Compulsiones. 
- Hipocondría. 

Trastornos de la conducta alimentaria 

- Anorexia. 
- Bulimia. 
- Síndrome del vómito. 
- Binge eating (atracones). 

Depresión en sus diferentes formas 

Trastornos sexuales 

- Dificultad de erección. 
- Eyaculación precoz. 
- Vaginismo y dispareunia. 
- Trastornos del deseo. 

Problemas en distintos contextos 

- Familiares 
- Laborales 
- De amistades 
- Problemas de pareja. 

Problemas de la infancia y adolescencia 

- Trastornos por déficit de atención con hiperactividad. 
- Trastorno opositivo-provocador. 
- Mutismo selectivo. 
- Trastorno por evitación. 
- Ansiedad por prestación. 
- Fobia escolar. 
- Trastorno por aislamiento. 

Trastornos relacionados con el abuso de Internet 
- Dependencia de la red. 
- "Information overloading addiction": cuando la información nunca es suficiente. 
- Compras compulsivas en la red. 
- "On line gambling": las apuestas en la red. 
- Compulsión por hacer negocios en la red. 
- Dependencia del Chat. 
- Dependencia del cibersexo. 
¿Combinación con otros tratamientos? 

Por supuesto, no hay ninguna incompatibilidad es este sentido pero conviene informar a todos los profesionales que le estén atendiendo de todos los tratamientos que usted vaya a realizar simultáneamente. 

"...la meta no está tan sólo en resolver problemas sino en evitar que estos se vayan repitiendo..."

www.ayalasalud.es 



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