Tanorexia y tanofobia, dos caras de la misma moneda

Cámara de bronceado
Estar muy moreno a toda costa o eludir como sea el contacto con los rayos del sol, de forma obsesiva, son las dos caras de la misma moneda. Tanorexia y tanofobia, respectivamente, son en definitiva trastornos de la percepción nuestra propia imagen que terminan dañando nuestra salud. La psicoterapia es el método adecuado para combatir esta dolencia mental.


La obsesión por estar moreno bajo el sol o en cabinas solares de UVA ha aumentado en los últimos años. Pero este afán por el bronceado puede ser una enfermedad cuando se convierte en obsesión, la tanorexia.


Es el caso una joven cuya obsesión por el bronceado está siendo controlada en el centro estético donde toma rayos UVA. Las continuas recomendaciones de los profesionales la han llevado a tomar conciencia sobre los efectos nocivos del sol.



Las mujeres son las que más sufren de este trastorno que afecta al 2% de la población y que en sus máximas consecuencias puede llevar a la aparición de melanomas.


Lo contrario, la tanofobia es el extremo opuesto de la tanorexia. Es una aversión irracional al sol por miedo a sus efectos peligrosos y puede entrañar un déficit de Vitamina D.


Las dos caras de la moneda son dañinas porque producen una percepción distorsionadas de la propia imagen. Algo que se puede combatir con la psicoterapia. Disfrutar del sol en su justa medida y con la protección adecuada es la solución más estética y saludable, sobre todo en estos calurosos días de verano.

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