La conducta alimentaria muchas veces expresa un malestar interior

Anorexia
Alberto Espina Psiquiatra del Hospital de Salud Clínica de Málaga. El especialista afirma que la familia puede ser el origen de la aparición de trastornos


Jóvenes obsesionadas por enfundarse unos vaqueros de la talla 36. Niñas que sueñan con tener el cuerpo de las modelos que aparecen en televisión. Detrás de un trastorno de conducta alimenticia, como la anorexia o la bulimia, hay mucho más. Alberto Espina Eizaguirre, psiquiatra del Hospital de Salud Clínica del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, defendió ayer la importancia de otros factores que influyen en estos trastornos, como la familia y el entorno más próximo. Lo hizo en la última jornada del curso 'Psicoterapia familiar y de pareja en la práctica clínica', dentro de los Cursos de Verano de la UPV/EHU.



¿Cómo influye la familia en la aparición de los trastornos de conducta alimenticia?

Es importante el medio en el que uno se cría, en el que recibe cosas valiosísimas como la vida, pero también puede tener influencias negativas.

Es decir, si un padre o una madre tienen problemas de alcoholismo, depresión o un trastorno de conducta alimentaria. Eso puede sentar las bases para que alguno de sus hijos, más particularmente sus hijas, sea más vulnerable a tener un trastorno alimentario. Pero no tiene la culpa nadie. Todos somos personas, nos equivocamos y tenemos problemas. Además, tenemos la influencia social, que está ejerciendo un peso enorme sobre nuestra imagen, y también las experiencias de la vida. Por ejemplo, si una niña era gordita y la gente se burlaba.


¿Y qué papel juega durante el trastorno?

Cuando aparece el trastorno, la familia puede actuar maravillosamente bien o, en la desesperación que produce tener una hija con un trastorno alimentario, buscar alternativas que pueden hacer más mal que bien, aunque se hagan con todo el amor del mundo. Nosotros nos planteamos desde la terapia familiar ayudarles a funcionar mejor y, si un elemento del grupo favorece el trastorno, atajarlo y resolverlo. 


¿Es imprescindible la presencia de familiares en la terapia?

Sí, a no ser que sea una persona adulta emancipada, siempre que hay un problema de un hijo que vive en casa hay que coger las relaciones. Si es, por ejemplo, una persona casada que sufre bulimia nerviosa, hay que traer a la pareja. El ambiente íntimo cercano es muy importante. - - Señala que en estos trastornos influyen muchos más factores que el querer alcanzar un cuerpo diez.


Los trastornos de conducta alimenticia exigen una especialización porque si no uno se queda en la punta del iceberg . En la bulimia nerviosa multimpulsiva casi siempre hay experiencias de abuso sexual temprano. Ya no se trata sólo de que coma o no coma. La conducta alimentaria muchas veces está expresando un malestar interior y se pone en el cuerpo lo que en realidad tiene que ver con el mundo emocional.


¿Qué le lleva al enfermo a acudir a terapia?

En el caso de la anorexia, casi siempre la paciente no tiene conciencia de su enfermedad y viene por la familia o por el médico. En la bulimia nerviosa piden más ayuda.


¿Cuánto dura el tratamiento?

Depende mucho de si, además de anorexia o bulimia, tiene otro trastorno psicológico, como ansiedad y depresión, que es muy frecuente, o un síndrome de estrés postraumático. También tiene que ver su personalidad y en qué tipo de familia se encuentra. Todo eso condiciona la duración del tratamiento. En mi experiencia, la terapia dura de 6 meses a 3 años.


El perfil clásico son las adolescentes, pero cada vez hay más chicos y adultos. ¿Qué ha cambiado?

Es la presión que estamos teniendo todos en una sociedad en la que lo único que cuenta es el éxito y la imagen que damos. Las personas bajas de autoestima piensan que si consiguen el cuerpo diez todo el mundo les va a valorar, y ven ahí la solución a su problema. Se da en todas las edades. En los chicos está subiendo, pero todavía son el 95% chicas desde los once y doce años. 


¿Cómo detectar los trastornos?

En la anorexia, con ver a la persona vale, pero en la bulimia el peso generalmente es adecuado. Entonces los padres pueden percibir que su hija está muy impulsiva, que no duerme bien, que hay restos de vómito en el baño o que usa laxantes.

http://www.diariovasco.com/v/20100805/al-dia-local/conducta-alimentaria-muchas-veces-20100805.html

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