Shine

(Análisis realizado por estudiantes de Cuarto año en el 2006 para la materia Psicodiagnóstico Dinámico del Adulto)

Shine
HISTORIA PERSONAL Y FAMILIAR

David es el primogénito del matrimonio judío de un ama de casa y un recolector de objetos arrojados como desperdicio, desde muy pequeño su padre lo instruyó en el piano. Desde niño empezó a participar en competencias de piano, en las cuales no obtenía el primer lugar, pero que capturaba la atención del público e interesados en su prematuro talento. Aún así el padre le repetía “La próxima vez harás que me sienta orgulloso, la próxima vez vamos a ganar”

Por insistencia de su padre David ingresa bajo la tutela de un profesor particular de piano (Rossen, quien comprende el talento del pequeño para el piano y se ofrece para aleccionarlo de manera que desarrolle su habilidad), con el objetivo de que el pequeño aprendiera el concierto número 3 de Rachmaninov, petición a la que el profesor se niega dejando en claro que es muy prematuro para que el niño interprete pieza tan compleja en el piano. De todas formas Rossen acoge a David como su pupilo y lo instruye en la música de Mozart como base para el ulterior desarrollo de su talento.


En la infancia David se destaca como hijo modelo y talentoso, mas en el aspecto social se muestra cohibido, tímido y muy obediente con toda figura de autoridad. Se relaciona poco o nada con otros niños y sus actividades enteramente se limitan a sus vidas en casa las clases de piano en casa con su padre y después con el profesor Rossen.

En casa David se relaciona de manera espontánea y natural con sus hermanas y su madre, no es el mismo caso ante su padre ante el cual se muestra sumiso y obediente al igual que su madre y sus hermanas.

David continua su formación como pianista con el profesor Rossen, desde finales de su infancia hasta mediados de su adolescencia, momento en el cual gana una competencia de piano, que le brinda la atención de benefactores que le ofrecen la posibilidad de irse becado a continuar sus estudios de música a los EE. UU. Oportunidad que David tiene que dejar a un lado por imposición y decisión de su padre. Luego de este suceso, David va a buscar ayuda de su profesor a quien no encuentra; esto le ocasiona una crisis de llanto, y temblores. Al volver a casa su madre lo atiende, para tranquilizarse, toma un baño en la tina; en la cual defeca. Su padre al verificar este hecho, lo reprende de manera violenta física (lo golpea con la toalla) y verbalmente( puerco asqueroso, cagarse en baño, hacerme esto a mí).

Su madre relata, además que se orinaba la cama, cuando tenía 14 años.

La vida de David toma otro camino cuando conoce a la escritora Katherine Pritchard, una anciana, inteligente y cálida; que reconocía en David una gran sensibilidad, le decía “ Tú puedes trasmitir en la música aquello que no se puede decir”, ella lo ayudo a mejorar su autoestima; tratándolo de una manera cariñosa, justa y humana; le contaba cuentos, le enseño a fumar , formaron una relación muy estrecha, incluso él le regala su fotografía, la misma que ella guarda hasta el día de su muerte.

A los 19 años, después de mucho éxito en Australia, le ofrecen otra beca para estudiar en Londres, decisión que comparte primero con Katherine, que la aprueba, hasta el punto de regalarle los guantes que guardaba para su hijo, con el conocimiento de la desaprobación de esta decisión por parte del padre.

David se dispone a enfrentarlo, llega a su casa con los guante puestos, lo cual genera intriga el padre, quien lo cuestiona acerca de la procedencia de los mismos, ante lo cual David muestra el certificado de la beca, el padre le prohíbe irse, se desespera, pero David le dice “Estoy grande para tomar mis propias decisiones, no me lo puedes impedir”. Ante este argumento el padre reacciona con golpes y le dice “Si te vas te quedarás sin familia, las niñas perderán un hermano y serás castigado toda tu vida toda tu vida por esto” David de todas formas se va.

Cuando David va a Inglaterra, se encuentra por primera vez solo ante el mundo, en su vida estudiantil, empieza a socializar con los demás, hasta el grado de terminar siendo abusado por sus compañeros, quienes lo convencen de gastar su dinero en alcohol, bares, etc. El talento de David llama la atención de uno de sus profesores, quien lo acoge bajo su tutela.

En esta época David mantiene contacto únicamente con Katherine, en ciertas ocasiones le escribió a su padre pero este no le contestaba. Mientras David se esforzaba puliendo la técnica del piano. A través de la correo recibe un paquete con la foto que le había regalado a Catherine, y un mensaje que le informaba sobre el fallecimiento de la misma.

David, camino a una presentación importante, escoge el concierto número 3 de Rachmaninov, el cual interpreta de manera magistral, después de haberlo ensayado incansablemente durante mucho tiempo, terminando la pieza musical; David se desploma ante toda la audiencia, lo hospitalizan y lo tratan con electroshock.

Regresa a su casa donde es despreciado por el padre.

Durante muchos años es internado en un Hospital Psiquiátrico, en el cual es reconocido por una antigua admiradora que lo acoge y lo invita a vivir en su casa. De esa forma empieza de nuevo a tocar el piano, actividad que se le prohibió durante su estancia en el psiquiátrico. David se irá a vivir con un conocido que ella le recomienda. En este lugar recibe la visita inesperada de su padre, quien le vuelve a contar la historia acerca del violín que desde niño le repetía, lo abraza y le pone en el cuello la medalla que de púber ganó interpretando Mozzart, de un momento a otro su padre desaparece sin despedirse.

Reaparece en público; primero en un restaurante, donde llama la atención interpretando "El vuelo del moscardón" de Rimsky-Korsakov); poco después conocerá a la que será su mujer, Gillian, una astróloga divorciada y mucho mayor que él. Luego, animado por ella, reaparecerá en las salas de concierto como intérprete clásico. Acompañado por su esposa visita la tumba de su padre muerto varios años antes y continúa su vida junto a su esposa como intérprete clásico.



ANÁLISIS DINÁMICO

Desde el punto de vista estructural David presenta un yo casi inexistente, que se muestra sofocado desde su infancia por un superyo tremendamente severo y castigador formado por la presencia continua de su padre en su vida, por las imposiciones de deseo del padre ante el hijo.

En primera instancia el aprender a tocar piano, después participar en concursos, le prohibía las amistades y lo castigaba físicamente por cualquier motivo. El padre vive su deseo a través del hijo, al cual suprime como sujeto a lo largo de su vida. El padre de David, le relata continuamente la historia del violín que el tanto ahorró para comprar y que por exigencia de su abuelo tuvo que dejar.

El padre de David va reproducir este deseo en un discurso en el cual compara su vida con la de su hijo. La frase del padre: tienes suerte… tienes suerte de poder tocar el piano o gana, gana, gana. El padre de David es un ser fracasado que se gana la vida recogiendo basura, y al cual la frustración de no poder haber triunfado nunca realmente en la vida lo lleva a tiranizar a su familia, y a escoger como objeto exclusivo de esta tiranía, a David.

No nos olvidemos la tradición judía, la organización patriarcal y la importancia del primogénito en la familia judía. Este es el curioso lugar de David en su vida, el primogénito, único varón pues sus hermanas no cuentan con tanta importancia para su padre por la transmisión del nombre paterno.

El superyo anula, suprime, al yo y al ello, ya que David no hace nada de lo que quiere, no desea, sino a través de su padre. La única manera de que surja el ello en la infancia es a través del piano. Es patente en cuando concursa y toca impulsivamente la pieza de Chopin. El yo de David es una copia mal sacada de su padre, de niño vemos esa obediencia, la forma de vestir, el discurso del padre: gana, gana, gana. Como dice Annie Cordie en su obra los retrasados no existen, el yo del psicótico es un yo construido en base de una identificación imaginaria hacia otro. Es un yo que emula, pero no aprende. Es yo que copia pero no interioriza.

Desde el punto de vista evolutivo notamos a lo largo del filme los rasgos que adquiere David. En la infancia la relación de dependencia, la dificultad para relacionarse, en la adolescencia la tartamudez, fumar, en la adultez la verborrea, la repetición en el habla corresponden a la etapa oral. Su obsesión por tocar el piano, su impulsividad (andar desnudo)

El mayor producto de la etapa genital, es el superyo severo de David, que se traduce en sus dudas (nunca estoy seguro de nada), su actitud sumisa ante toda figura de autoridad a lo largo de su vida. Y finalmente el desencadenamiento de su patología.


Álvaro Benites

Andrea Castillo

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