Los Smartphones o Teléfonos Inteligentes son dispositivos móviles construidos con una mayor capacidad tecnológica en computación y conectividad que los tradicionales teléfonos celulares. Las capacidades de éstos terminales han ido en aumento a lo largo de los últimos años, a tal punto que en muchos casos sustituyen a los ordenadores de escritorio.
No cabe duda que los teléfonos inteligentes han simplificado la vida de las personas en varios aspectos. Herramientas como el correo electrónico o los microblogs nos mantienen comunicados permanentemente y las redes sociales nos ayudan a mantener contacto con personas que viven lejos.
Sin embargo ¿Se puede llegar a caer en una dependencia a estos aparatos?
Recordemos que, una conducta se puede convertir en trastorno en el momento en que nos impide desenvolvernos satisfactoriamente de manera biológica, psicológica o social. Esto es, cuando nos provoca un desorden en nuestra salud, nos afecta emocionalmente o nos aleja de ciertas personas o responsabilidades.
En el Reino Unido se llevó a cabo, meses atrás, un estudio con más de 2000 personas para estudiar las reacciones de éstas al no estar en contacto con sus teléfonos inteligentes, en distintos grados; revelando que más del 50% llegaba a sentir un miedo irracional a estar sin su dispositivo móvil. La Oficina de Correos del Reino Unido denominó a esta condición "Nomofobia" (No-Mobile-Phone Phobia).
Cada día es más frecuente ver a las personas con la mirada fija en su teléfono durante situaciones cotidianas, ignorando casi por completo su entorno. Algunos casos van al extremo de comer sosteniendo el teléfono con una mano, llevar el móvil al baño, pasar aislados en una reunión o no prestar atención mientras conducen, priorizando su atención hacia el teléfono antes que al volante.
La sensación de no tener el móvil en las manos produce en estas personas una sensación de descontrol y aislamiento al no poder visualizar la actividad que se desarrolla en su entorno virtual, elevando los niveles de ansiedad.
Tal como ocurre con otros trastornos, éstas conductas desatinadas producen una ligera sensación de satisfacción, pero al mismo tiempo disminuyen la asertividad en el individuo; además se refuerza la conducta de esperar una respuesta (mensajes, em-mails, etc.) con lo cual, eventualmente se incrementará la dependencia.
¿Cómo detectar una posible dependencia al teléfono?
Como se ha explicado en otros artículos relacionados a las dependencias, esto se mide en relación al pensamiento de los individuos cuando no están en contacto con el agente sospechoso de provocar una adicción. En este caso, el móvil. Además, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- ¿Cuantas horas diarias dedica al uso del smartphone?
- ¿Qué hace luego de enviar un mensaje o correo electrónico?
- ¿Qué piensa cuando el remitente no le responde de inmediato? ¿Qué hace al respecto?
- ¿Revisa el teléfono aunque no reciba notificación alguna? ¿Por qué?
- ¿Revisa el teléfono en horas en las que debería estar durmiendo?
- ¿Atiende el móvil si está realizando una actividad más importante, como conducir o comer?
- ¿Que piensan sus compañeros o amigos acerca de sus hábitos con el smartphone?
- ¿Le han llamado la atención alguna vez por usar el móvil?
Éstas preguntas nos podrían dar una pauta del nivel de apego que tiene una persona por un dispositivo de estos. Si la persona en cuestión no tiene un control sobre el uso del terminal que posee y no prioriza actividades más importantes, debería considerar tomar acciones al respecto antes que estas conductas erroneas terminen controlando sus vidas.
Consejos a tener en cuenta.
- Dedique una hora determinada en el día para revisar sus correos, redes sociales y noticias.
- Luego de enviar un mensaje, considere que el remitente podría estar realizando otras actividades y no es preciso que le responda de inmediato. Continúe con las suyas y evite suponer que dicha persona le debe responder al instante.
- Evite revisar el teléfono en busca de actividad si no le ha llegado notificación alguna.
- Configure el dispositivo para recibir notificaciones de ciertas aplicaciones, las más importantes.
- Apague el teléfono mientras duerma o configurelo para no recibir notificaciones en las horas de sueño (sleep mode). Dormir bien es más importante.
- No use el teléfono mientras conduce. Es perjudicial para usted y para los demás.
- Configure distintos tonos de llamada de acuerdo a sus contactos más importantes, de tal forma que si recibe una llamada importante mientras conduce, estacionese y conteste.
- Realice ciertas actividades sin el teléfono (bañarse, comer, hacer ejercicios, etc.).
- Evite usar prolongadamente el teléfono en reuniones. Respete a los presentes.
- No use el móvil mientras camina por la calle. Se puede tropezar o llamar la atención de los delincuentes.
- Revise mensajes cuando tenga tiempo disponible, de lo contrario los mensajes deben esperar.
- Escuche y respete la opinión de los demás acerca de sus hábitos. Téngalas en cuenta.
Día a día la tecnología va evolucionando para nuestro bien. Las empresas que fabrican los teléfonos inteligentes crean aparatos para que se adapten cada vez más a nuestras necesidades y ciertamente a ellos les conviene que los usemos más; sin embargo hay que reconocer que incluso ellos están conscientes del riesgo de adicción y nos ofrecen cómodas opciones de configuración para que los usemos con madurez. Hay que tratar de encontrar ese equilibrio entre la tecnología y el bienestar humano.
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