Una día ordinario en una vida ordinaria (poema)


Era una mañana ordinaria en una vida ordinaria,
El deseo sexual de mi cuerpo me había levantado,
Como todos los días me levanta,
Era una mañana ordinaria, excepto que--no lo era,
Pues estaba despierta,
Mi conciencia latía al ritmo de mi corazón,
¡Podía ver!
Podía ver las cortinas verde-esmeralda tapando la claridad del día,
Podía ver mi cuerpo oscuro adornado en sabanas blancas,
Podía ver las paredes calladas testigos de mis desvaríos,
¡Podía verlo todo!
Incluso a mi misma,
Los pensamientos habían partido al mar que todo lo cura,
Había descubierto una vida sin prisa,
“¿Cual es el apuro Andrea?”
“La vida no tiene prisa”
“ La vida no es el tiempo”
Podía escuchar en una mente silenciosa,
Podía contemplar pensamientos ajenos,
Las mentes de los otros eran agua clara,
Pues mi mente no tenia prejuicios,
Me había quedado sin argumentos,
“¿Cual es tu argumento Andrea?”
“Los conceptos humanos solo son piezas de un rompecabezas”,
“No importa tu argumento si el del otro tampoco importa”,
“Entonces, solo escucha el argumento del otro”,
“Si te convence acéptalo sino déjalo libre,”
“No todo en el universo nos pertenece,”
“No todo en el universo es materia para nuestra esencia”, decía mi conciencia,
Caminaba despacio contemplando el cielo azul,
Mi cuerpo era liviano, cual pluma echada al viento,
El peso del vivir había partido,
Yo era libre al fin,
John había muerto, y yo al fin, estaba viva sin él,
Mis amantes habían partido,
Mis orgasmos y yo éramos compañeros de vida,  
¿Solitaria? tal vez, no hay espacio sino hay soledad,
No hay SER sin e-s-p-a-c-i-o,
Contemplaba flores desde mi ventana,
Encendía velas de exquisitos olores,
Amaba la luz de las velas,
Era medicina para el alma,
Los humanos al fin me amaban sin condiciones,
Pues yo los amaba a ellos de la misma manera,
Ya había pasado las pruebas,
Ya no había nada más que probar,
Había perdido muchas cosas y esas perdidas me habían hecho más liviana,
En el lugar de las perdidas había sembrado espacio, tiempo, luz de vida,
Había vivido una gran vida,
Llorado a moco tendido,
Reído a carcajadas,
Amado hasta después de la muerte,
Había visto muchos cielos azules y grises,
Había contemplado mares azules, verdes, grises y rojos,
Había caminado muchos caminos, 
Había estudiado muchas de las creaciones del espíritu humano,
Había sido hija, madre, hermana, estudiante, maestra, escritora y curadora,
Había sido humana,
El día estaba a punto de partir,
El sol anaranjado se entrega al mar azul,
Son dos enamorados,
Yo había sido muy feliz,
Había sido un día ordinario,
En la vida de una mujer-no tan ordinaria,
Observo la claridad del vino,
Celebro con Dios mi victoria,
Había vivido después de todo,
Y contra todo,
Incluso contra el deseo de mis progenitores    
Saboreo en el vino la vida,
Y sonrió  con picardía,
El sol cae lentamente y sin apuros,
Bello en el horizonte,
Ilusivamente entre radiantes aguas,
Cuando llegue al atardecer de mi vida, me digo,
Partiré como el sol, lentamente y sin apuros,
¿Porque cual es el apuro?
Yo ya llegue a la vida,
Y llevaré esta vida conmigo no importa el lugar a donde vaya,
Así que la lección es muy simple
¡Vivir! Solamente,
¡Vivir! Plenamente.








Los comentarios ofensivos, ilegibles, sin sentido o SPAM serán eliminados.

Thanks for your comment