El rostro del propósito de la vida
Miré el
verdor de la hoja,
Sentí
el viento en mi cara,
El aire
en mis pulmones me invadió,
El
bosque me miraba, susurró en mi oído
palabras de amor,
Vi a mi
hija caminar, contemple su espalda y el
vaivén de su caminar,
Se
sumergía en el misterio callado del
bosque y sus secretos,
Me
senté… vi al presente en el horizonte,
Me
acosté…vi el pasado en las copas de los arboles,
Lloré
de alegría al escuchar mi corazón,
“Estoy
viva” me dije,
Sigo
viva…
Todavía
mi hija me ama incondicionalmente,
Tal vez
un día su corazón se limite,
Pero si
Dios es compasivo eso nunca va ha pasar,
Me
sentí dichosa,
Acurrucada
en el verde esmeraldas del bosque,
Recordé
a mi tierra, desde este lugar tan lejano, tan diferente
Vi, viva e infinita a mi abuela y su cigarro en el cafetal,
Vi, a
mi madre sembrando flores de mágicos colores,
“No
esperes a que te regalen flores siémbralas tu misma’’ me decía mi madre
Algún
día, hoy lejano, mi madre y yo nos acobijábamos en nuestra burbuja de amor, como hoy lo hacemos mi hija y yo,
Se va
la vida en estaciones,
Se va
la vida en emociones,
En
instantes que vuelan como mariposas,
Se va
la vida… y yo me pregunto
¿Y si
hoy se acaba mi vida?
¿Que me
llevo? ¿ Que fue importante?
Momentos
como este,
En
donde sentí que el viento y el árbol eran mis amigos,
En
donde el amor de la niña de mi vientre
me saluda impecable con ojos brillantes,
Me
llevaría el amor de mi hija como impulso para mi viaje,
Desde
el universo cobijaría su existencia como un día mi vientre la cobijo,
Me
llevaría el olor puro de mi madre, su
abrazos lejanos, su bella sonrisa,
Me
llevaría la ternura de mis primos y mis
hermanos,
Me
llevaría la compasión de mis amigos,
Me llevaría
la compañía de mis amantes y el calor de su deseo,
Me llevaría
la nostalgia del amor romántico, sus victorias y sus fracasos,
Guardaría
en el bolsillo de mi alma las lecciones,
Para
escribir poemas desde el infinito a mis amados,
Y me
liberaría de los estragos inútiles,
De los
estragos por éxito,
Por
dinero,
Por
poder,
Por
amor banal y sin retribución,
Por
deseo,
Por
revancha,
Por
dolor,
Pero
también me liberaría de los estragos útiles,
Por
sobrevivencia,
Por
justicia,
Por
amor incondicional,
Estoy
segura que no recordaría los honores, ni los títulos,
Ni el
dinero que perdí, que tengo, que no tengo o que anhele,
No recordaría
el dolor tampoco… ni el físico ni el emocional,
De la
vida solo me llevaría flores, poemas, amores,
Me llevaría
la fe de que todas lo mis creaciones trasciendan en la existencia de otros,
Lo
demás se lo entregaría a la Tierra, el único lugar que hace poemas del dolor,
Que
hace exitosos millones de fracasos,
El
único lugar que hace petróleo de la basura,
Y de la
muerte alimento para la vida,
Le agradecería
infinitamente a mi cuerpo y sus
creadores por veintinueve años de existencia,
Y partiría
liviana a mi encuentro con el Universo,
Partiría
feliz, estoy segura, aun cuando la partida sea triste,
Es así, como en un día corriente jugando con mi hija,
Le vi
el rostro al propósito de la vida.
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